Por Leen Abu Said, en Gaza. El artículo es una contribución de nuestros colaboradores No Somos Números.

Nos enorgullece presentar una serie de obras de estos jóvenes palestinos que serán publicadas periódicamente.

Majed Bakr con su nieta [foto by Ezz Al Zanoon]
El 15 de mayo de 2017 las fuerzas navales israelíes dispararon y mataron a un joven pescador de Gaza mientras estaba en su barco. Esta es una entrevista con Majed Bakr, padre de la víctima, también pescador en Gaza y miembro de la familia de los cuatro niños Bakr asesinados por un misil israelí mientras estaban jugando en la playa en 2014.
¿Podrías presentarte para los lectores?
Majed: Me llamo Majed Bakr. Mis cuatro hijos y yo hemos sufrido [debido a las restricciones israelíes a nuestro sustento] desde 2012 [cuando tuvieron lugar los primeros ataques en nuestro barco] hasta el 15 de mayo de este año. Cada día es un día de sufrimiento para nosotros, a medida que nuestra posibilidad de pescar se vuelve más difícil. [Debido a las llamadas razones de “seguridad”, los militares israelíes prohíben a los barcos de Gaza pescar a más de entre 3 y 9 millas náuticas, según su capricho. Sin embargo, los mejores peces se encuentran a 11 millas o más].

¿Qué pasó el 15 de mayo?
Majed: Como siempre, mis hijos Omran, Fadi, Saddam y Mohammed salieron al mar a pescar; de eso vivimos. Estaban a 400 metros del límite de 9 millas náuticas impuesto por Israel. De repente, una embarcación naval israelí comenzó a disparar a su barco con munición real. Una de ellas alcanzó a mi hijo Mohammed en la cabeza. Obviamente, los otros que estaban con él no son médicos, y no pudieron salvar su vida. Ellos gritaron para pedir ayuda urgente. Mohammed estaba vomitando sangre y su cabeza se había hinchado como un globo cuando la marina israelí llegó para llevarlo a un hospital en Majdal, una ciudad en la Palestina ocupada.
 
Si lo querían salvar, ¿Entonces por qué le dispararon?
Majed: Esa es su política: Destrozan algo con la mano derecha, para arreglarlo con la izquierda. Así, a nivel internacional, su posición parece como si fuera legal y humanitaria.(Majed suspira profundamente)
Y murió.
Lo siento.
(Se hace un largo silencio)
Mohammed Bakr
Mohammed Bakr
¿Qué edad tenía Mohammed Bakr?
Majed: Nació el 19 de febrero de 1992 y murió el 15 de mayo. Tenía 25 años. Tenía dos hijas: Joud, de 3 años y Majeda, de 10 meses. El día del funeral, Joud vió el cuerpo de su padre muerto y dijo: “Papá está durmiendo. Se fué al mar y todavía no ha vuelto”.
 
¿Todavía sales a pescar?
Majed: Todos los días salgo a pescar con mis hijos. Tengo 57 años y esa es mi vida. Pero un día le dije a Omran: “Hijo, vosotros ya sois hombres, ahora podéis valeros por vosotros mismos”. Cuatro días más tarde fueron a pescar sin mí y ocurrió el accidente. El barco de la marina israelí fue muy rápido; era como si el barco de mis hijos no se moviera. Mi hijo me contó cómo Mohammed se abrazó al motor del barco para que los israelíes dejaran de disparar, pero fue en vano.
El barco lo habíamos conseguido con un préstamo de la FATEN (Crédito y Desarrollo Palestino) a nombre de Mohammed. Pero le dispararon 7 balas y murió. ¡Ojalá hubiera sido el barco el que se hubiera ido en vez de él!
 
¿Por qué le dispararon? ¿Se excedió en el límite de pesca?
Majed: Los pescadores nunca pretenden pasar el límite, pero ésto ocurre fácilmente. El mar es inestable por naturaleza. Mientras que estamos pescando, la corriente puede llegar a empujar el barco hasta 300 m. en cualquier dirección. Cuando vemos un barco israelí intentamos escapar deprisa, pero los barcos israelíes tienen la libertad de dispararnos. A veces lo hacen y a veces nos dejan en paz. Esta vez yo no iba con mis hijos, pero las otras veces –desde 2012–  sí.
 
¿Qué más ha pasado en ese tiempo?
Majed: Israel me ha destrozado 5 barcos, en 2012, 2013, 2014, 2016 y, ahora, el quinto en este año. Sólo hemos pagado dos meses del préstamo del barco. Ahora no sabemos cómo vamos a pagar el resto . Es un préstamo vinculado al alma de Mohammed. (Nota: en el Islam, el alma está atada por las deudas que la persona tuviera en vida. Cuando el hermano de la persona muerta pague su deuda, el alma será liberada y se verá libre de castigos).
 
¿Cuánto cuesta cada barco?
Majed: Cuesta, al menos, 10.000 $. Hemos reparado uno de los barcos, que nos devolvieron destrozado. Eso nos costó 8.000 NIS [unos 2.200 $]
 
¿Merece la pesca tanto sacrificio?
Majed: Yo adoro el mar. La pesca es la profesión de mis ancestros. Si pesco cinco horas al día, gano 30 NIS [8 $]. Pero es mejor que trabajar 12 horas cada día en la construcción y ganar lo mismo. Es suficiente para vivir en Gaza. Aquí, incluso un empresario con un salario diario de 400 NIS [110 $], tiene deudas. Los hijos no se pueden casar y tener familias viviendo en casas separadas. Así, si cada uno trae 30 NIS, el total nos permite vivir bien en una casa y comer todos juntos. Sólo Dios bendice nuestros días, pero nuestras vidas están controladas por el humor de los israelíes.
 
¿Por qué el límite de pesca algunas veces es diferente?
Majed: Los israelíes no son idiotas. Ellos saben que la zona del mar donde hay más peces está a 11 millas de la orilla o más. Nosotros lo sabemos porque antes de que empezara el bloqueo a Gaza, pescábamos hasta a 14 millas. Y ni siquiera todo el mar de Gaza está abierto a 9 millas. Ellos incluso nos impiden pescar en todo el mar durante la época de reproducción.
Los peces, normalmente, están en las aguas en calma. Así que vemos los peces, pero no podemos cogerlos. Los oficiales de la marina israelí nos gritan en hebreo: “Los peces son nuestros, no vuestros”, pero nosotros nunca hemos visto un pescador israelí. A veces la marina israelí usa cañones de agua para volcar los barcos de los pescadores de Gaza, haciendo que los motores se mojen y obstaculizando el proceso de la pesca.
 
¿Cuándo pararán estos ataques?
Majed: No van a parar nunca. Nos atacan todos los días. Desde el principio del bloqueo hasta ahora, he perdido a seis de mis amigos, y ahora a mi hijo. Mohammed no es el primer mártir del mar, y no será el último. Los pescadores de Gaza hemos empezado a perder la esperanza. Algunos están vendiendo sus barcos por un tercio de su precio. Pero no podemos dejar de pescar, tenemos que volver al mar para alimentar a nuestras familias. Tratar de vivir es mejor que morir sin intentarlo.
 
¿Cómo está ahora tu familia?
Majed: Estamos todos deprimidos. Mi esposa se despierta llorando y llorando se duerme. La mujer de Mohammed ya no puede vivir con nosotros. Yo, como hombre, parezco fuerte, pero mi corazón está roto. Cuando yo, como padre, le gritaba a Mohammed, su madre me paraba y me decía: “Cuando lo parí, perdí la vista [me desmayé] durante dos horas”. Y ahora, ella ha perdido la vista llorando por él.
 
¿Cómo vais a vivir después de esto?
Majed: No lo sé. La vida es dura. Una vez, las esposas de mis hijos me trajeron las joyas de sus bodas para que las vendiera para comprar un barco nuevo.
 
 
¿Cómo te sientes ahora en relación al mar?
Majed: No puedo mirarlo. Quiero ir al puerto de Gaza, pero cuando llego, me doy la vuelta y me voy directo a casa.
Tengo un último deseo: Deseo que nadie más tenga que enterrar a su hijo o a su hija estando él vivo. Nadie, ni amigo ni enemigo.
 

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